SÔBER.  PAMPLONA     9 Julio 2011.

Si las fiestas de San Fermín siempre son un buen reclamo, tener también la oportunidad de ver en concierto a Sôber fue la excusa perfecta para desplazarnos el pasado Sábado a la vieja Iruñea. Allí, en la plaza de los Fueros, se han celebrado en fiestas los conciertos más rockeros. Los Fueros es una plaza circular, una especie de rotonda gigante adoquinada, que con los madrileños albergó media entrada.  Y es que uno no sabe si Pamplona en San Fermín es buena plaza para actuar; allí hay un mundo de gente y visitantes, esta claro, pero por otra parte casi nadie se acerca por las actividades programadas, solo importa la fiesta en la calle. Los conciertos son secundarios.

Con Sôber hubo gente y muchos fans conocedores del grupo, pero de llenazo, nada. Y eso que los madrileños están en su mejor momento. Tras un parón de siete años, la banda de los hermanos Escobedo ha vuelto radiante. Un gran CD de regreso, “Superbia”, que centró buena parte del set, y una banda con ganas y que transmite ilusión y fuerzas renovadas. Ante un público poco metalero, con mucha fémina presente, Sôber completaron casi dos horas de actuación dinámica, apoyados en unos juegos de luces y algún truco escénico muy vistosos. Salvo algún tema excesivamente blando, los hombres de negro supieron agilizar el bolo, que incluyó, además de un buen repaso a sus grandes éxitos, un set de percusión o alguna pieza acústica cantada por todos. Por lo demás estuvieron simpáticos y comunicativos, lucieron “pañuelico” y  mucha pose rock; realmente saben llenar el escenario. En eso también se nota la profesionalidad. Con su personal estilo han conseguido ser un grupo referente en el rock/metal melódico estatal, un grupo que huye de los virtuosismos para centrarse en las canciones, sólidas, de sonido y estructura nítida y sabiendo a la par transmitir ese halo oscuro tan característico en Sôber. Pueden ocupar ese puesto que Héroes del Silencio dejo vacante en el rock patrio tras su marcha. Sôber tienen mayor calado metálico, pero en otros momentos puntuales se acercan al legado de los maños. En todo caso, han abierto brecha en el panorama rockero estatal, no hay duda.

Texto: Aitor Zubizarreta.

Fotos: Iñigo Malvido