Aprovechando que Pearl Jam cumple su 20 aniversario como grupo, recordamos crítica de su concierto en Donostia en el año 2.000.

CRITICA PEARL JAM DONOSTIA (26 MAYO 2000, VELODROMO DE ANOETA)

El rock alternativo vende y moviliza a las masas. Los combativos Rage Against the Machine lo demostraron hace unos meses en Ilunbe y el viernes noche Pearl Jam lo corroboraron en un velódromo de Anoeta prácticamente lleno y que reunió a aficionados venidos desde los rincones más lejanos del Estado. Todo por ver a uno de los grandes del rock 90´s.

La masiva fiesta arrancó con los gamberros The Vandals, hace cuatro años teloneros de NOFX en Donostia. El cuarteto californiano se mueve entre el hardcore melódico y el punk festivo al más puro estilo Toy Dolls, repitiendo un tipo de canción corta, intensa y directa. No engancharon a un público que no era el suyo, pero su número final con el guitarrista-cantante mostrándose como su madre le trajo al mundo y brincando como un poseso les valió al menos para hacerse notar.

Lo de Pearl Jam es otra historia. El quinteto de Seattle debe de ser de los pocos grupos rockeros masivos que no usan ningún tipo de truco para embaucar a la audiencia, únicamente su música. Con un montaje superior al de su anterior visita en el 96, pero sin grandes artificios, solo dos inmensas bolas de espejos a lo alto del escenario para reflejar luces o imágenes psicodélicas y el equipo de sonido colgado del techo, permitiendo una visibilidad total desde cualquier punto de las gradas.

Sencillos en su estética y humildes en escena, Pearl Jam no fingen, no buscan la pose, casi ni piden palmas al respetable. No lo necesitan, transmiten credibilidad suficiente como para que la respuesta popular, inmensa (el personal de seguridad no paró de rescatar seguidores de las primeras filas), fluya de forma natural, en un intercambio de emociones. El repertorio también ayuda: Given to Fly no tarda en llegar, Do the Evolution imprime nervio básico y rockero para la tercera canción, arremeten con material de su reciente álbum (Lights years, Nothing as it seems, Insignificance, Of the girl, Breakerfall), y fuerzan la maquina con Even Flow o Faithfull.

El primer bis atruena con Hail, hail o la coreada Alive. Griterío ensordecedor y segundo bis con viejo blues, el ídolo Eddie Vedder tocando la armónica (que regalaría a un fan de la primera fila) en Smile y despedida con las luces del recinto encendidas. Dos horas y cuarto de rock setentero, rabioso o emotivo. Con semejante menú, ¿alguien se acordó del grunge?

Fecha: 26-5-2000.  Lugar: Velódromo Anoeta, Donostia.  Interpretes: The Vandals, Pearl Jam.  Asistencia: unas 10.000 personas. Precio: 4.000 pts.

Texto: Aitor Zubizarreta