Hubo un tiempo en que Motörhead venía sí o sí a Donostia. En los años 80, velódromo o polideportivo de Anoeta acogían casi cada gira de los británicos. Hasta 1993. Al final del concierto del jueves, Lemmy Kilmister recordó esa larga ausencia en nuestra ciudad y se congratuló por haber vuelto.

El regreso Motör no fue el único de la noche. También el polideportivo volvía a abrir sus puertas para un gran concierto de rock tras años de vacío, una gran noticia. Y probablemente algo tendrá que ver el tirón de Anoeta para que finalmente la asistencia fuese mucho mayor de lo esperada, por aquello de que la fiesta caía en un incomodo jueves laboral.

El recinto ya mostraba un buen aspecto para cuando saltaron a escena Bad Way. Hard rock muy americano y ochentero cantado en inglés, con recuerdo para Motley Crue y versión del Paradise City de Guns N´ Roses, con el cantante emulando al mismísimo Axl. Un concierto que fue de menos a más, con entrega total de los barceloneses, especialmente de su vocalista, que bajó al foso, saltó desde los amplis y hasta ondeó una ikurriña. Se lo trabajaron al máximo.

Motörhead siguen donde lo dejaron la última vez que vinieron por aquí. Son junto a AC/DC la banda que más definido tiene su sonido y un tipo de composición que va a piñón fijo. La gente, veterana, lo agradece, y saluda su llegada con veneración, como se hace ante las leyendas. Y Lemmy y sus secuaces responden. Por ellos no pasan los años. Sonido bestial y atronador, un muy vistoso equipo luminotécnico y 90 minutos de genuina tralla rockera. Con un repertorio que repasa diferentes épocas. Hubo dos cortes del recién estrenado nuevo CD, Get Back In Line y I Know How To Die, entrelazados con más material de los últimos años (la inicial We are Motörhead, One Night Stand, The Thousand Names Of God,…) y algún que otro gran clásico, como Stay Clean o la brillante Metropolis.

El trío calavera sigue sonando sin fisuras, con una formación que aparenta un muy buen rollo interno, con el guitarra Phil Campbell y el tremendo baterista Mikkey Dee siempre atentos al jefe. La veloz In The Name Of Tragedy marca el despegue definitivo del show; caen una tras otra la sostenida Just´Cos You Got The Power, el r&r desenfrenado Going To Brazil, la “matadora” Killed By Death y su hit por excelencia Ace Of Spades. El bis, con la marchosa Born To Raise Hell y el bombardeo final de Overkill, con luces cegadoras machacando durante todo el tema, cierran la descarga. Tras lo visto y escuchado, solo nos queda reconocer que pese a llevar ya 35 años como grupo, Motörhead sigue siendo la bronca rockera por antomasia.

Fecha: 16-12-2010.  Lugar: Polideportivo de Anoeta, Donostia.  Interpretes: Bad Way, Motörhead.  Asistencia: unas 2.000 personas.  Precio: 42 euros

Fotos: Juan Ramón Felipe (www.musifota.com) e Iñigo Malvido