METAL SESSIONS: VOLUME II

Fecha: 4 octubre 2013 Lugar: Sala Tunk, Irun Asistencia: 120 personas Precio: 10/12€

La segunda edición del “Metal Sessions”, una nueva propuesta que la agencia MPR ha puesto en marcha en la renovada Sala Tunk de Irun, se presentaba como una oportunidad inigualable para gozar de un cartel con cinco grupos muy atractivos y que harían las delicias de los seguidores más afines al metal trallero.

DARK CODE iniciaron la carnicería ante una sala semivacía, aunque su melódico y cada vez más atronador death metal de alta calidad técnica calentó el ambiente sobremanera. Sonaron cual metralleta respaldados por un inconmensurable Wily a las baquetas, que incluso se marcó un solo de libro aunque, en realidad, toda la banda rayó a un altísimo nivel. Comenzaron con temas nuevos que incluirán en su inminente álbum, pero también pudimos gozar de trallazos de su debut como “Walking To Ruin” o “Bloodshed”, que evidencian que el fuerte de la banda es el directo. Con esta última montaron el primer wall of death de la noche y seguidamente guitarra y batería se intercambiaron los instrumentos para cerrar con su ya clásico breakdown final del “Domination” de Pantera; sin olvidarnos de la majestuosa versión del “Remembrance” de Gojira, que dejó anonadado al respetable por su extrema precisión.

AD AETERNUM, con los cuales la sala se vació considerablemente, fueron los siguientes. Se vinieron desde Burgos, por lo que actuaban ante un público desconocido y mucha gente salió a tomar el aire, aunque tampoco encandilaron a los que se quedaron en la sala, algo evidente tomando en cuenta la distancia que había entre el escenario y los espectadores más cercanos. Metalcore con toques crossover, el sonido tampoco les ayudó en su difícil papeleta de ganarse  al público, aunque no se rindieron en ningún momento, bajándose el vocalista a correr entre los espectadores. Rayaron a un buen nivel y ofrecieron un concierto aceptable.

Después llegó el turno de ELBERETH, que fueron los primeros en juntar a una ristra de amigos y seguidores en las primeras filas para dar rienda suelta al headbanging y al mosh al ritmo de “Egin Bedi Nire Nahia” o “Itzalitako Izarren Lurraldea”. Gozaron del sonido más limpio al ser su estilo el menos extremo de la velada, y cuajaron una gran actuación como nos tienen acostumbrados, llena de buen rollo y bromas varías entre banda y público.

No podemos decir lo mismo de ESTAMPIDA en cuanto al sonido se refiere. Las guitarras fueron bastante irregulares ya que de sonar claras y nítidas pasaban a ser confusas y algo sucias en cuestión de segundos; los excesivamente estridentes solos resultaron incluso molestos por momentos. Esto no obstante, no evitó que demostraran su buen hace con una precisión y pegada monumentales en temas como “Is There Anybody Out There” o “Crowd Control”, se nota que están tocando sin cesar por toda la península y ya son una banda muy rodada. Lucas además ha desarrollado muy bien el papel de vocalista y frontman, sin el el bajo encima. Se bajaron del escenario en el último tema, “Jaws Of War”, para interpretarla entre el público, en pleno éxtasis.

Y finalmente llegó la hora de CRISIX que, una vez más, ofrecieron una actuación impecable de principio a fin, tanto en actitud como en el aspecto sonoro. Además, cambiaron el setlist considerablemente respecto a su pasada descarga donostiarra en mayo, tocando temas del nuevo disco que no sonaron en aquella ocasión como “I.Y.F.F.”, con la cual realizaron un épico e inmejorable arranque y “Those Voices Shall Remain”, además de “Electric Posession” o sus ya clásicos “Brutal Gadget” y “Ultra Thrash”.

Se fueron tras el medley de “Hit The Lights/Antisocial” donde, como ya es tradición, todos los miembros de la banda intercambiaron instrumentos; aunque volvieron para deleitarnos con “Frieza The Tyrant”, “Waldi Gang” y “Ultra Thrash”. Los pits fueron constantes y tanto su puesta en escena como su actuación de primerísimo nivel, con una profesionalidad y saber estar fuera de lo común para su juventud.

Una pena que tras haber juntado semejante cartel, con una banda en auge a nivel nacional y varios puntales del metal vasco, la asistencia fuera mucho menos afluyente de lo esperado. Esperamos que el público metalero se ponga al corriente de la “vuelta a la actividad” de la Sala Tunk y los festivales venideros gocen de mayor asistencia.

Texto: Mikel Yarza

Fotos: Oskar Nybras