Fecha: 10 noviembre 2012. Lugar: Sala Santana 27, Bilbao. Intérpretes: Kreator, Morbid Angel, Nile, Fueled By Fire

Cuando a principios de verano se revelaron las fechas españolas de la gira de Kreator y los acompañantes de lujo con los que contarían, nada más y nada menos que Morbid Angel, Nile y Fueled By Fire, quedó fuera de toda duda que iba a ser una de las mayores citas del año para los amantes del metal extremo.

Aunque, todo sea dicho, la velada no comenzó con buen pie. A pesar de nuestra llegada al recinto hacia las siete debido a la supuesta apertura de puertas a las seis y media y el comienzo de conciertos una hora después como indicaba en el propio ticket de entrada, nos encontramos frente a una larguísima y única cola para los que disponíamos de las entradas anticipadas y los que las adquirían en la misma taquilla, además de enterarnos de que Fueled By Fire estaban actuando desde las siete, lo que hizo que nos perdiéramos su concierto al completo esperando en la cola y por poco el comienzo de la descarga de Nile. Quizás la organización se tenga que plantear algo tan simple como abrir más de una puerta para agilizar la entrada al recinto…

Karl Sanders y compañía tomaron el escenario sin ningún tipo de procesión o parafernalia, directos a la yugular desde el primer segundo con “Sacrifice Unto Sebek” y “Defiling The Gates Of Ishtar” aunque la respuesta del público fue sorprendentemente fría, y exceptuando algún que otro mosh en la parte delantera, parecía que la gran mayoría allí presente esperaba a lo que todavía estaba por llegar. En el poco tiempo del que dispusieron ejecutaron un setlist bastante repartido entre sus diferentes trabajos, sonando entre otros, temas como “Kafir!”, “Hittite Dung Incantation” o “The Inevitable Degradation of Flesh” de su último disco, antes de acabar con la mítica “Black Seas Of Vengeance”. El death metal técnico ejecutado a la velocidad de la luz del quinteto dejó sin habla a muchos de los allí presentes, con impresionantes interpretaciones individuales por parte de todos los miembros de la banda, que desembocaron en una masa sonora apabullante.

Los siguientes en subir a las tablas fueron MORBID ANGEL, que aunque en teoría venían presentando su último y muy polémico trabajo “Illud Divinum Insanus”, solo interpretaron dos temas de dicho disco, sorprendiéndonos con un increíble setlist plagado de clásicos. Tras el habitual comienzo con “Immortal Rites”, temazos como “Fall From Grace”, “Rapture”, “Maze Of Torment” o “Sworn To Black” fueron sonando uno tras otro para deleite de todos. La banda sonó perfecta y pudimos ver a David Vincent cumpliendo convincentemente con su labor vocal y de frontman, a diferencia de las frecuentes críticas vertidas actualmente. A pesar de que los pogos eran todavía tímidos al comienzo del concierto, la insistencia de Vincent hizo que aumentaran, especialmente en “Chapel Of Ghouls” y “Blood On My Hands”. Aunque no tan frenéticas, “Where The Slime Live” o las finales “God Of Emptiness” y “World Of Shit (The Promised Land)” sonaron igualmente devastadoras, dejándonos exhaustos sin haber comenzado siquiera con el plato fuerte de la noche.

Con el inicio de la intro “Mars Mantra”, imágenes de toda la carrera de KREATOR en los que el público ovacionaba sus discos preferidos fueron reproduciéndose en el gran telón que cubría el escenario, para seguidamente dar comienzo al tema que da título a su último álbum, “Phantom Antichrist”, sembrador del caos desde el primer segundo, desde el cual además gozaron de un sonido inmejorable, el más claro y nítido de la noche.  La primera parte de la actuación, no obstante, estuvo protagonizada por su material más reciente, que aunque fue recibido acaloradamente por la gran mayoría, sin duda se hubiera agradecido un repertorio más equilibrado entre todos sus trabajos, o por lo menos con los temas entremezclados, ya que el primer clásico, “Extreme Aggression”, no llegó hasta superar la mitad del setlist, para cuando ya habían sonado “From Flood Into Fire”, “Enemy Of God”, “Phobia”, “Hordes Of Chaos”, “Civilization Collapse” y “Voices Of The Dead”. La diferencia mayúscula entre la banda de hace dos décadas y la actual es sin duda la inclusión de melodías épicas como parte vital en las canciones, aunque la agresividad no ha desaparecido y a eso se debe la gran aceptación de su nuevo material. “People Of The Lie” fue otro de los momentazos de la noche, tema realmente inesperado y que precedió al apoteósico final con las entremezcladas “Coma Of Souls” y “Endless Pain”, además de la incendiaria “Pleasure To Kill”. Tampoco se cortaron con el nuevo material en los bises, interpretando el ya prácticamente clásico “Violent Revolution” o “United In Hate” de su último disco, que comenzaba con un fragmento acústico realmente plausible. Y para el final, la tralla absoluta. “Betrayer”, “Flag Of Hate” y “Tormentor” atronaron por los altavoces mientras el público se volvía literalmente loco, muchos tendrán el cuerpo destrozado para unos cuantos días. La banda se despidió entre una gran ovación y con la habitual promesa de “The Kreator will return!”. Esperemos que así sea.

Texto: Mikel Yarza

Fotos: Iñigo Malvido

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