HAMLET. Donosti en 2003

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HAMLET DONOSTIA AÑO 2003

Fecha: 1-II-2003.

Lugar: Sala Gazteszena (Donostia).

Interpretes: Coilbox, Hamlet.

 Asistencia: unas 500 personas.

En la municipal sala Gazteszena no es complicado encontrarse conciertos, generalmente con entrada subvencionada, de pop, jazz o nuevas músicas, pero, no se sabe muy bien porque, el rock duro en general y el metal en particular, apenas tienen cabida en el espacio egiatarra.

Así que lo del cartel metálico de última hornada en la lluviosa noche del sábado se convertía casi en noticia. Gran entrada, ambiente de camaraderia y expectación ante la visita de los madrileños Hamlet, el grupo bandera del nuevo metal estatal desde hace una década.

Sus paisanos Coilbox fueron los encargados de romper el hielo. Son un septeto que el pasado año lanzó su CD debut y al que nunca se había visto por aquí. Sorprendió su exagerada juventud, con lo que por momentos aquello parecía una fiesta colegial. Se entregaron a fondo, emularon a Korn o Slipknot y atronaron a base de bien. Pero el concierto fue algo lineal y excesivamente largo (por encima de la hora). Sobraron unos bises que no pidieron ni sus abuelas.

Tras despejar el escenario y cambiar los telones de fondo, Hamlet irrumpió de manera sorprendente con dos clásicos de los que se suelen guardar para el final: Irracional y su “hit” JF, con lo que el personal, que se las sabía todas, cantó estrofas enteras desde el principio. Egoísmo, otro clásico, dio paso al saludo de Molly. El cantante recordó entonces los muchos años que llevaban sin tocar en Donosti. Ciertamente había pasado mucho tiempo y quien viera aquel primer concierto y este último habrá podido apreciar la enorme evolución del quinteto; en 1994 les vimos en un pub (Komplot) y gratis. Entonces Hamlet era un grupo a la sombra de los yanquis Pantera, de imagen uniformada y megaagresiva. Ahora llenan salas (a 12 € el ticket, aquí no hay rebajas), visten cada uno a su rollo (Molly salió con sombrero vaquero y nuevo look; con barba) y transmiten la misma intensidad y desde luego una total personalidad, la verdadera revolución que les ha llevado a crecer como grupo. Redondas las nuevas canciones (Mira hacia atrás, Queda mucho por hacer, Vivo en él,…) y también el resto del repertorio (Denuncio a Dios, Vivir es una ilusión,…). Mala suerte al tocar Antes y después, con algún aparato que petó justo en el clímax de la canción y cortó el ambiente durante unos minutos. Tras solucionarse los problemas técnicos, final trepidante con Dementes Cobardes, Tortura Visión o la brillante Tu Medicina. Y en el bis, Que voy a hacer, con el grupo subiendo a fans a escena para que cantaran la canción, y Limítate. Poderío y madurez.

Texto: AITOR ZUBIZARRETA

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