Lugar: RockStar Live Barakaldo, Bandas: Edguy, Kottak, Asistencia: unas 400, Precio: 30,60€

El hard rock punk de los alemanes Kottak abría una noche que no dejaría mal sabor de boca a nadie. La banda del batería de los Scorpions, James Kottak, salía a escena ante una sala que no registraría una buena entrada a pesar de la buena acogida que tuvieron los cabezas de cartel, Edguy, hace un par de años cuando presentaban su anterior trabajo Tinnitus Sanctus.

Simpatía y energía a raudales, carreras por el escenario e incluso lanzamiento de balones de playa al público. Kottak demostró que no sólo sabe manejarse a la batería con soltura sino también a las seis cuerdas. Le acompaña a la guitarra y a las voces Stephanie Smith que le sustituye como vocalista en los temas en los que Kottak se pone tras la batería. Kottak se hizo querer: guiños a los fotógrafos que estábamos allí, bromas con las camisetas que llevaba puestas (incluso una de Katy Perry), lanzamiento de discos y, además, bajó a cantar con su público y regresó al escenario acompañado de una de sus fans. A destacar la versión del Holiday de Scorpions que aceleró hasta el extremo y el tema que dedicó a DIO, Time To Say Goodbye, balada con la que la banda se despidió.

La actuación de Edguy estuvo a punto de cancelarse por el estado de salud de su guitarrista Jens, quien salió a tocar sentado en una silla en un lateral del escenario. El propio Tobias bromeó con su estado: “problemas de tener a la novia lejos”. Sus compañeros Dirk Saber y Tobias Exxel le acompañaron en varios temas arrodillándose a su altura.

“Nadie es un heroe” máxima con la que arrancaron su directo bajo una luz infernal que inundó el escenario. Tobias, ataviado con su casaca no paraba de moverse y hacer guiños al público que coreaba al unísono Nobody’s Hero. Sin quitarse la sonrisa de la cara el resto de la banda se movía de un lado a otro animando al personal.

Tobias sabe cómo encandilar a su público: el yeah, yeah…al que nos tienen acostumbrados las bandas se saldó con una victoria de Bilbao, como era de esperar, sobre el resto de ciudades. Tras este juego comenzó Lavatory Love Machine en la que intercaló “Bilbao” en las primeras estrofas. Para esta gira recuperan un tema muy heavy de su Theater Of Salvation, Babylon, que puso patas arriba la sala y que no habían tocado en las descargas alemanas. Superheroes y Robin Hood caldearon el ambiente y en la parte lenta de Robin Hood, Tobias se puso a cantar la narración del Seventh Son Of A Seventh Son de Iron Maiden en tributo a la banda británica. Pero no solo hubo alusiones a Iron Maiden, Europe también tuvo su momento, y es que en el comienzo de Vain Glory Opera sonaron los acordes de The Final Countdown. En el solo de batería también sonó la melodía de El Equipo A.

Concierto divertido como nos tiene acostumbrados la banda alemana. Músicos maduros que derrochan simpatía a raudales.

Texto y fotos: Iñigo Malvido

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