BUCKCHERRY    18 JUNIO    SALA TOTEM

Fecha: 18-VI-2011.  Lugar: sala Totem, Navarra.  Cartel: Buckcherry, Cancer. Asistencia: unas 500. Precio: 22€/25€

Estuvieron hace dos años en el Kobetasonik, y tocaba ya verles en formato sala, con más tiempo y un concierto a medida. La cita fue en la navarra Sala Tótem de Atarrabia, y congregó una buena entrada, unas 500 personas, y público plural en estética y edad, con mucha fémina presente, suspirando principalmente por el vocal de los Buckcherry Josh Todd. Un tío con una planta espectacular, sobre todo cuando se descamisa (en la cuarta canción) y enseña ese torso y espalda repletos de tatuajes, verdaderamente llamativos. El resto de la banda también cuida la imagen y tiene pose macarra, pero Todd es el motor de un grupo que por otra parte rockea incansable en la vieja escuela Aerosmith, Guns N Roses, AC/DC o incluso Black Crowes.

Buckcherry vive un buen momento desde que regresaron en 2005. Recordemos que el quinteto yanqui arrancó en 1995, grabaron dos discos y se separaron en 2002. En esta segunda etapa han llegado otros tres discos y el grupo va consolidándose. En Tótem, el único pero es que el show sólo duró 75 minutos. En su defensa diremos, que no hubo relleno, ni solos, ni casi descanso. Alternaron sus temas rockeros y guitarreros con baladas al uso, y el concierto discurrió ágil, con el respetable entregado, contagiado por la energía Buckcherry.

La nueva “Dead” , “Rescue Me” y “Everything” encendieron los ánimos ya desde la salida, con excelente sonido y la banda muy activa, enganchando. “It´s A Party” elevó si cabe más la temperatura a base de hard rock añejo con un riff muy Aerosmith y “Lit Up” o “Next To You” tampoco desentonaron en absoluto. Con un Todd incansable, sin parar de bailar y acompañando puntualmente con la pandereta, llegó el clímax con la balada “Sorry” y su hit “Crazy Bitch”. Una descarga equilibrada y dirigida a un público rockero abierto.

Antes, abrieron Cancer, un trío suizo pero que sonaba totalmente yanqui, en una onda punk rock Green Day muy marcada. El bolo fue irregular, con un ritmo cansino y mucha pausa entre los temas, a ratos el grupo parecía casi desganado. Fueron a más y terminaron entonados, aunque no era ni su noche ni seguramente tampoco su público.

Texto: Aitor Zubizarreta

Fotos: Iñigo Malvido