HELLFEST 2025. Crónica del Domingo
Texto: Marijo y Leo Luna
Fotos: Iñigo Malvido
Vamos con el último día de festival
DOMINGO 22
Guineapig. Los italianos y su goregrind transformaron la inocencia del nombre en violencia sonora: riffs ultrarrápidos, blast beats frenéticos y goregrind puro en su show de mediodía en el Altar. Una sorpresa brutal e inesperada a primerísima hora.
The Novelist – Mainstage2. Esta banda de metalcore francesa con frontwoman (cuyo aspecto recordaba a Jinger) ofreció un set energético y emotivo. El público respondió con entusiasmo, aunque algunos comentaron que merecían un horario más alto para brillar por completo.
Pain of Truth. Representantes del hardcore americano, ofrecieron un set rotundo en la Warzone: breakdowns densos, letras directas y un público entregado a pesar de la hora temprana. Su energía y compromiso sorprendieron gratamente.
Signs of the Swarm. En el Altar los americanos ofrecieron un deathcore brutal, técnico y sin respiro, con temas demoledores y un espectro vocal que fue variado y extremo. El inicio con IWONTLETYOUDIE sirvió para encender los ánimos y para terminar Amongst the Low & Empty como cierre poderoso. Su ejecución en vivo mantuvo la integridad del material de estudio con una contundencia visceral .
Unto Others. Su gothic heavy metal en Temple resultó atmosférico y oscuro, pero el set no logró atrapar al público más allá de los seguidores más fieles, quedando algo plano en comparación con actuaciones más variadas.
Lorna Shore – Mainstage2. Banda que ya vimos en la edición del 2023 en un Altar que se quedó pequeño. Saltaron al escenario con Sun//Eater inmediatamente atrapando a la audiencia en un maremoto de deathcore brutal. El vocalista Will Ramos demostró una potencia vocal sobrehumana, mezclando guturales, black metal y registros limpios con una intensidad estremecedora. Presentaron también Oblivion, corte del próximo álbum I Feel The Everblack Festering Within Me que saldrá a la venta en septiembre de este año y cerraron con su trilogía épica Pain Remains I-II-III. Crowd surfings masivos, circle-pits y wall-of-deaths formaron parte del caos emocional que caracterizó su show— para muchos, lo más intenso de todo Hellfest 2025, aunque deberían subir el sonido de las guitaras a las que casi no se oye con tanto teclado pregrabado.
Motionless in White – Mainstage2. Mezcla de industrial, metalcore y horror-glam. Su show con temas como Slaughterhouse y Eternally Yours conectaron muy bien sobre todo con el público más joven. Chris Cerulli convenció con presencia escénica y teatralidad, aunque para algunos fue más entretenimiento que contundencia.
Good Riddance. Veteranos del punk hardcore sobre la Warzone ofrecieron un set directo, frenético y reivindicativo. Técnicamente impecables, lograron que los fans corearan cada frase, demostrando por qué son una leyenda del género.
A Day to Remember – Mainstage2. Energía post hardcore mezclada con metalcore, con circle pits y crowd surfings constantes. Su set fue un torrente de energía juvenil y estribillos pegadizos. La integración de canciones nuevas como Miracle y LeBron desde su último álbum añadió frescura.
The Kovenant. Empezaron su set en el Temple alejando a los menos comprometidos por su estilo oscuro y sintético. Su black metal electrónico fue frío pero sofisticado, atrayendo al núcleo metálico más osado.
Dethklok es una banda única en el mundo del metal porque nació como una banda ficticia dentro de la serie animada de Adult Swim llamada «Metalocalypse», creada por Brendon Small y Tommy Blacha. El show se estrenó en 2006 y rápidamente se convirtió en un fenómeno de culto entre fans del metal y la animación. La serie mezcla humor negro, sátira del mundo del metal y una estética ultra-violenta, mientras sigue las desventuras del grupo en un mundo donde sus acciones tienen consecuencias globales. Dethklok hizo vibrar el Altar con su fusión perfecta de metal extremo, animación y sátira con música que ha superado su origen ficticio para ser reconocida por su calidad técnica, brutalidad y originalidad. Abrieron con Deththeme y mantuvieron al público encendido hit tras hit, mezclando agresividad sonora y humor en un show enérgico, intenso y preciso.
Eisbrecher. Para terminar decidimos que algo de metal industrial era perfecto por lo que pasamos al Temple para ver a uno de los grandes del género como son estos alemanes. Ya les vimos en el año 2019 y la sobredosis de energía fue tal brutal que no me los podía perder. Repertorio habitual del Kaltfront Tour con temas como Everything is wunderbar, Himmel, Arsch und Zwirn, So oder so, Waffen Waffen Waffen y el coreado Sturmfahrt. El vocalista Alexander Wesselsky no solo cantó en alemán, sino que hizo alusiones al público en inglés y francés, lo que reforzó la conexión internacional del show. Aunque no presentaron material nuevo, su puesta en escena fue impecable.
Y así terminó la edición 2025 del Hellfest que pasará a la historia no solo por su cartel más discutido, sino por ser una auténtica prueba de resistencia al calor extremo. Con temperaturas que superaron los 35°C desde el primer día, el festival se convirtió en un infierno en sentido literal. La crema solar fue el artículo más preciado, junto con las gorras y sombreros improvisados que proliferaban por todo el recinto.
Por suerte, la organización tomó nota de años anteriores y multiplicó las fuentes de agua, tanto en puntos de recarga como en duchas improvisadas, nebulizadores y zonas con mangueras, especialmente en las primeras filas de los mainstages. También se repartieron vasos de agua gratuitos en varias zonas, aunque no siempre eran suficientes en las horas de más exposición.
El polvo, especialmente en zonas como la Warzone o caminos entre escenarios, volvió a ser un enemigo constante. Mucha gente optó por mascarillas o pañuelos para protegerse, ya que el aire seco y cargado complicaba aún más la jornada.
Las zonas de sombra escaseaban, y tanto los asistentes como el personal buscaban refugio en las carpas, food trucks o incluso bajo los bancos. A pesar de todo, el ambiente fue positivo, solidario y alegre como siempre. Compartir crema solar, agua o sombra fue parte del espíritu festivalero.
En cuanto al recinto, se mantuvo impecable y bien organizado, con baños limpios, buena señalización y muchas zonas decoradas con esculturas y estructuras nuevas como las comentadas al inicio de esta crítica.
A nivel general, fue una edición agotadora pero memorable en la que el cuerpo sufría, pero la música y la comunidad metalera lo compensaban todo. Aun con el cartel más flojo en años, el Hellfest sigue demostrando que es mucho más que música: es una experiencia de resistencia, camaradería y pasión.
Mejor banda jueves: Electric Callboy / Whitechapel
Mejor banda viernes: Royal Republic
Mejor banda sábado: Vola
Mejor banda domingo: Lorna Shore / Eisbrecher
Mejor novedad: Sings of the Swarm
Mejor banda festival: Electric Callboy

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