RISE AGAINST + REFUSED + BERRI TXARRAK

Fecha: 4 de octubre de 2015 Lugar: BEC, Barakaldo Asistencia: 5000 personas Precio: 35/43€

Noche para el recuerdo la del pasado domingo en el BEC. Desde que Rise Against y Berri Txarrak engendraron su relación de hermandad hace ya doce años, miles de seguidores han sido cautivados por la propuesta de ambas bandas y aquella era una ocasión singular para presenciar un show que tenía todos los ingredientes para triunfar por todo lo alto. A esto debemos sumarle la presencia en el cartel de los legendarios Refused que, a pesar de no ser el principal reclamo para una parte considerable del personal, poco tienen que demostrar a estas alturas; su legado es inmenso y su nuevo disco tan fresco e inspirado como las obras más clásicas.

La expectación se palpaba en el ambiente cuando BERRI TXARRAK se presentaron sobre el escenario. Jugaban en casa y se valieron del enfervorizado público para deleitar a los más fieles con clásicos como “Ez Dut Nahi”, “Ikasten” y “Eskuak”. También hicieron lugar a sus canciones más recientes, de entre las cuales brillaron la celebrada “Hitzen Oinarri Ahula” y la bailable “Lemak, Aingurak”, además de las siempre triunfales “Oreka”, “Bueltatzen” e “Isiltzen Banaiz” del disco que los convirtió en trio, Jaio.Musika.Hil. Debido al crecimiento constante de su variopinto repertorio, volvieron a servirse de un medley para recopilar los pasajes más inspirados de varias de sus joyas, antes de redondear el tramo final de la actuación con “Denak Ez Du Balio” y “Oihu”. Tim McIlrath estuvo a la altura del momento más esperado de la velada, entonando y berreando cada línea de la icónica canción de forma inspirada, aunque el concierto se hizo muy corto y nos quedamos con la sensación de haber visto a la banda en mejores ocasiones.

REFUSED se encontraban entre los dos reclamos principales del evento. Gran parte del público acudió en masa por esa razón, aunque los suecos demostraron su excelencia y convencieron a propios y ajenos mediante un concierto de gran poderío. Aunque hubo quien los observó impasible durante toda su actuación, aquellos que no se cerraron en banda pudieron disfrutar de su tremendamente original propuesta, que no tiene límites y va mucho más allá del hardcore, explorando corrientes ambientales y polirrítmicas, donde predomina la experimentación. Desde la inicial “Elektra” hasta el final con la emblemática “New Noise” y la desgarradora “Tannhäuser / Derive”, mostraron su maestría desengranando grandes cortes como “Rather Be Dead”, “The Deadly Rhythm” o “It’s Not OK”. Su calidad musical está fuera de toda duda y la intensidad con la que interpretan sus canciones no tiene parangón. Esperemos que esta sea la reunión definitiva y podamos seguir disfrutando de la genialidad de Dennis Lyxzén y compañía durante muchos años.

Y finalmente llegó el plato fuerte, el momento de disfrutar de la banda que en poco más de una década ha logrado encandilar a grandes masas mediante el hardcore melódico, hasta el punto de llenar estadios inmensos. RISE AGAINST no habría adquirido semejante estatus de no ser por el rumbo más convencional que han tomado sus trabajos más recientes, aunque no cabe duda de que el cuarteto de Chicago sigue creando canciones bien elaboradas. Tras el arranque con “The Great Die-Off” llegó uno de los primeros momentos mágicos de la velada, cuando interpretaron “The Good Left Undone”, una perla cargada de emotividad.

“Give It All” encendió la mecha y puso a cantar a todos los allí presentes, “Re-Education” hizo las delicias de los seguidores contemporáneos y “Survive” hizo honor al carácter más frenético de la banda. Es aquí donde las limitaciones vocales de Tim McIlrath se hicieron patentes. A pesar de que lograba salir del paso en cada una de las canciones y mostraba su poderío gutural en repetidas ocasiones, no atinó en la entonación de las melodías más agudas, una pena tratándose de un vocalista de semejante talento. A pesar de todo, la fiesta siguió su curso con perlas como “Prayer of the Refugee” y “Black, Masks & Gasoline”, donde, tras escuchar un relato intimista sobre su primer show en Pamplona y el génesis de la amistad entre ambas bandas, Gorka Urbizu saltó a las tablas para devolver la colaboración a las voces.

McIlrath compensó su estado vocal mediante una actitud muy cercana y agradecida al público, que disfrutó a lo grande en la recta final con la antológica “Ready to Fall”, el momento acústico con las sentidas “Hero of War” y “Swing Life Away”, donde el propio McIlrath cogió la guitarra a pesar de padecer una lesión en el brazo y el épico final con “Dancing for the Rain” y “Savior”.

Aunque la flaqueza en aspectos puntuales pudo haber mermado una fecha tan señalada, la sensación final fue absolutamente gratificante, esa sensación de haber presenciado un evento para la historia, debido a la excelencia musical de las tres bandas y la explosiva e impagable suma de emociones generadas al combinarlas en una misma velada. Irrepetible.

Texto: Mikel Yarza

Fotos: Iñigo Malvido